¡Qué ira produce el leer estas noticias! Parece increíble que a esta lacra de la sociedad, a aquellos que cometieron y/o fueron cómplices de delitos de lesa humanidad -incluido el actual cardenal, a los corruptos más grandes que en el Perú hubo, a los miembros de la prensa chicha vendida; se les permita ejercer cargos congresales, ser propietarios de medios de comunicación, tener cargos altos en la iglesia católica y en el poder judicial. En una real democracia, esta gente -integrante de los partidos fujimoristas- hubiera sido prohibida de ejercer cargos públicos y se les hubiera incautado sus propiedades mal habidas. En nuestro país no. Y es esta misma gentuza la que se atreve a escribir estas atrocidades.
En primer lugar, la Alcaldesa Villarán no ha destinado recursos, sino que ha facilitado ambientes para que se desarrollen nuestras actividades. Esto se hace con diferentes sectores de la sociedad civil. Pero claro, para esta gentuza …miente, miente y algo quedará.
Pero cuando dicen que “Villarán pretende destinar recursos de los contribuyentes en este sentido”, nosotras les preguntamos: ¿Acaso las lesbianas no somos parte de las y los contribuyentes? ¿Su total irrespeto por los derechos humanos y derechos ciudadanos no les permite entender que las lesbianas (y los gays y trans) somos ciudadanos de este país con los mismos derechos que todas y todos; y, aunque les asombre -a diferencia de ellos y ellas que son mantenidos corruptos-, nosotras trabajamos y pagamos impuestos?
Cualquier sociedad que pretenda ser democrática, civilizada y moderna tiene legislación que prohíba la discriminación por orientación sexual e identidad de género. Lo que quiso hacer la Alcaldesa Villarán fue convertir a la pacata e hipócrita sociedad limeña en una sociedad en la que se respete la no discriminación por razón alguna. Pero claro, saltaron los curas y conservadores hipócritas, corruptos, que desconocen los principios básicos del cristianismo.
Para que sus limitadas células cerebrales entiendan. El lema “Hagamos la revolución. ¡Conviértete en lesbiana!”, no quiere decir que queremos que todas se conviertan en lesbianas. Piensen: por un lado, nadie se puede “convertir” en lesbiana; y, por otro lado, nosotras no quisiéramos jamás que las fujimoristas sean lesbianas; esto sería un descrédito para nuestra población.
Las lesbianas feministas luchamos contra el patriarcado, la heteronormatividad y el machismo que han colonizado y controlado las vidas y cuerpos de las mujeres. En ese sentido, llamamos a las mujeres en general, a luchar contra esta opresión que destruye y limita sus vidas, nuestras vidas.